Gregory La Cava

Gregory La Cava

Cine

Pudimos hacer esta publicación gracias a las pequeñas donaciones ¿Cómo se sostiene 3 minutos de arte?

 

Gregory La Cava, comedias y caos

 

Sólo un talento creativo como el de Gregory La Cava puede lograr que la industria cinematográfica de Hollywood, que en ese momento funciona como una verdadera industria, tolere a un director tan poco convencional.

La Cava es un genio inadaptado al sistema. Un sistema, el llamado Studio System, tan riguroso a la hora de producir un film tras otro, un éxito tras otro, que todo tiene que funcionar como un mecanismo de relojería. Algo imposible para este director.

Una década tolera Hollywood a este genio, durante los años treinta. Luego, La Cava suma a su manera inquietante de trabajar un serio problema de alcoholismo y todo terminará rápido.

¿Qué tienen su estilo y su manera de trabajar que lo hacen un gran director, tan temido por los productores? Su costumbre de trabajar creando sobre la marcha sin respetar el guión, modificando chistes, frases, corrigiendo escenas, imponiendo giros argumentales que se le ocurren en el momento.

Gregory La Cava mejora todo el tiempo los guiones que debería respetar. Mejora todo el tiempo aquello que ya está y que se supone que tiene que funcionar. La industria preferiría no tener que tomar esos riesgos.

Así surgen dos de las grandes comedias de una década gloriosa: My man Godfrey (Al servicio de las damas/La porfiada Irene, 1936) y Stage Door (Damas del teatro, 1937).

Dos elementos que observamos en los films de La Cava son la combinación de la comedia vertiginosa y satírica, aguda, con momentos de melodrama, así como un desfile de personajes extravagantes que a base de ingenio tienen que ganarse un lugar en un mundo para unos pocos privilegiados.

Las líneas de diálogo se superponen para lograr un ritmo sostenido, pero a diferencia de Howard Hawks, lo delirante de las escenas no es la velocidad demencial de la palabra sino que se superponen diálogos distintos, sin relación entre sí, y hasta con la misma importancia.

Por momentos una escena se convierte en un torbellino de frases y réplicas graciosas. Y contrarréplicas graciosas encima de éstas. El director para la acción una y otra vez para cambiar una línea por otra que se le acaba de ocurrir. O porque acaba de encontrar un giro al argumento.

Gregory La Cava genera todo el tiempo un clima de vértigo creativo que no digieren los productores pero que los actores aman. Y así se asegura actuaciones que terminan siendo exquisitas.

 

Imagen: William Powell es el mayordomo Godfrey en My Man Godfrey (Al servicio de las damas/La porfiada Irene, Gregory La Cava, 1936). En la imagen lo vemos junto a Carol Lombard (Irene).

 

Comedias fundamentales de Gregory La Cava:

Laugh And Get Rich (Risa y dinero, 1931)

Smart Woman (Astucia de mujer, 1931)

Bed of Roses (Lecho de rosas, 1933)

She Married Her Boss (Sucedió una vez, 1935)

My Man Godfrey (Al servicio de las damas/La porfiada Irene, 1936)

Stage Door (Damas del teatro, 1937)

Unfinished Business (Ansia de amor, 1941)

 

Te recomendamos algunos links:

La Edad de Oro de Hollywood (cine clásico de Hollywood).

Línea de tiempo con la historia del cine.

La comedia Screwball.

Howard Hawks y la dirección de comedias.

Max Ophüls y la cámara danzante.

El toque Capra.

El toque Lubitsch.

George Cukor, mucho más que el más grande director de actrices.

Recuerda que también puedes encontrar más material utilizando el buscador de la página.

 

Te invitamos a suscribirte gratis al newsletter de 3 minutos de arte, para recibir por correo anticipos y material exclusivo.
Nuestra mirada: Manifiesto del optimista.
El proyecto 3 minutos de arte.

¿Quieres apoyar a 3 minutos de arte?

Categorías: Cine

0 comentarios

Deja una respuesta

Avatar placeholder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.