La era de los blockbusters
Cine
La era de los blockbusters
A partir de películas como Tiburón (Steven Spielberg, 1975) y La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977) se inicia una etapa en el cine llamada “la era de los blockbusters”.
¿Qué es un blockbuster? Es una película que resulta un tremendo éxito de taquilla. Al término “blockbuster” se lo suele traducir como “taquillazo”, aunque hay quienes a esas películas también las llaman “tanques de Hollywood”.
Algo fundamental de estos films es que no llegan a ser blockbusters por una cuestión del destino, sino que son concebidos para serlo. No son películas taquilleras de casualidad. Tal es así que no solo nos encontramos con enormes producciones, con todo el talento de la industria y con los actores más cotizados detrás del desarrollo del film, sino que además hay campañas de marketing y mecanismos de difusión como nunca antes se han visto. Tiburón, el film que inica esta era, llega a los cines luego de una campaña publicitaria millonaria en televisión.
George Lucas (director del segundo tanque de Hollywood de esta etapa del cine) ha dicho una gran verdad en relación a la espectacularidad: “Un efecto especial es una herramienta, un medio para contar una historia. Un efecto especial sin una historia es algo bastante aburrido”. Los grandes directores de tanques son conscientes de que la megaproducción, la súper acción y los fabulos efectos especiales seducen, generan adrenalina, pero lo que conmueve son las historias, la humanidad más simple que pueda contener la historia.
Y ésta es la clave de por qué, luego de un par de décadas, los blockbusters empiezan a perder la hegemonía, el protagonismo absoluto: por un lado, como suele suceder en dintintos ámbitos de la vida, todo estímulo con el tiempo pierde efecto y siempre se necesita más y más, hasta un punto en el que ya nada es suficiente; y por otro lado, al crecer a toda velocidad la inversión necesaria para cada proyecto, (proyectos que pueden fallar y que cada vez fallan más), se necesita arriesgar lo menos posible en cualquier pequeña cuestión controversial, por lo que apuntan mucho a la emoción pero buscan evitar lo conflictivo. Y cuando uno quiere quedar bien con todo el mundo, suele quedar bastante insulso, vacío.
Si pensamos en el arte, una regla básica dice que el artista tiene derecho a provocar, y el espectador a ser provocado. Pero en una época en donde cada cuestión provocativa y/o controversial se gana acérimos detractores y las “cancelaciones” están a la orden del día, el cine de entrenimiento no toma los riesgos que podría tomar un artista. Seduce rápido, pero por menos tiempo.
El blockbuster continúa y continuará existiendo. Y durante mucho tiempo aparecerán cada tanto megaproducciones exitosísimas, incluso algunas memorables. Pero en general, como manera de hacer cine, en tanto exista la necesidad de seguir aumentado lo decorativo y el contenido disminuya, la decadencia seguirá su curso, irremediablemente.
Imagen: Imagen de Jaws (Tiburón, Steven Spielberg, 1975), que si bien no es el primer gran éxito de taquilla de la historia (la película más vista sigue siendo por mucho Lo que el viento se llevó), sí es considerada como el primer film de “la era de los blockbusters”. Y por eso a Spielberg se lo considera “el padre del tanque moderno”.
Algunos de los primeros y más representativos blockbusters:
Tiburón (Steven Spielberg, 1975)
La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977)
Superman (Richard Donner, 1978)
Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (Steven Spielberg, 1981)
E.T. (Steven Spielberg, 1982)
Volver al Futuro (Robert Zemeckis, 1985)
Batman (Tim Burton, 1989)
Titanic (James Cameron, 1997)
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