Tintoretto y la espectacularidad.
"Seis cuadros. Un concepto".
Tintoretto no solo es uno de los máximos exponentes del manierismo sino que a su vez anticipa el Barroco en el dramatismo de sus representaciones, en la espectacularidad de sus puestas en escena. Un ejemplo clarísimo y definitivo de ello es su representación de La última cena, de 1570: siempre la hemos visto representada con Cristo y los apóstoles en una situación serena, relajada, y esta versión es todo lo contrario.
En las obras de Tintoretto los espacios parecen escenográficos, los puntos de vista son insólitos, y además de poner a las figuras en posiciones bien dramáticas con los recursos de la figura serpentinata y el escorzo, utiliza efectos de luz como si fueran efectos especiales para dar más intensidad al acto providencial, milagroso.
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1 comentario
José Quindós · 2 abril, 2019 a las 12:55 pm
Muy bueno. Es además la vez que más clara he visto la influencia de la escuela veneciana en El Greco. Muchas gracias