Joan Miró

En la mente de los grandes artistas

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“Sí, me llevó un momento dibujar esta línea con el pincel. Pero me llevó meses, tal vez incluso años, concebir la idea”

Joan Miró

 

Joan Miró, con este pensamiento, nos provoca amablemente a romper con ese preconcepto que sostiene que lo simple es fácil, o que lleva menos tiempo.

Es más, Joan Miró también comenta que su necesidad como artista es la de “alcanzar el máximo de intensidad con el mínimo de medios”. Y entonces estaría doblando la apuesta, invirtiendo incluso el preconcepto anterior: cuanto menos medios se utilizan (pensemos en la abstracción) para alcanzar la misma intensidad, más difícil es la tarea y más talento se requiere.

Por eso mismo: una obra que gran artista realiza en un momento, no le lleva en realidad un momento, sino toda su carrera hasta ese momento.

Hay un juicio increíble en el siglo XIX provocado por un cuado de Whistler, Nocturno en negro y oro: El cohete cayendo (1874). Durante la sesión, el artista responde con serenidad que el cuadro criticado (y por el que lo han difamado), le ha llevado medio día de trabajo. Entonces el abogado contrario ataca: ¿Pretende cobrar doscientas guineas por medio día de trabajo? Y el pintor, famoso por la agudeza de su ingenio, le responde una frase que quedará en la historia y que se debería utilizar más a menudo para defender la tarea de los artistas: “No por medio día de trabajo, sino por la experiencia de toda una vida”.

Ya en el siglo XX, en la época de Miró, la Bauhaus (donde enseñan Kandinsky y Klee, momento en que la abstracción entra en su período de gloria) impone el concepto “menos es más”.

Menos es más. Lo que es seguro es que no es más fácil.

La abstracción hasta llegar a las formas más puras es una búsqueda de la esencia, de lo elemental. La abstracción que representa a una cosa, cuando llega a la esencia suele ser mucho más expresiva que imagen de la cosa en sí. Y la abstracción que no hace referencia a ninguna cosa en particular, la abstracción más pura, suele tener la fuerza de representar la complejidad de un estado de ánimo, o la esencia misma del universo, de su orden, de su caos y sus armonías.

Mucho se ha confundido el virtuosismo, el talento, con el detallismo, con lo minucioso, con la precisión, cuando en realidad se requiere tanto o más talento para eliminar los detalles y sólo dejar lo esencial, aquello que mejor y con mayor contundencia exprese emoción, sentimientos, o el espíritu de las cosas.

Una vez más diremos que el arte sucede cuando un artista crea un mundo y desarrolla un lenguaje para comunicarlo. Y aunque ese lenguaje tenga unas pocas líneas y el mínimo de elementos, bien sabemos que un mundo no se crea en un instante.

 

Imagen: El oro del azur (1967)

 

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El escándalo y el juicio provocados por un cuadro de Whistler.

Tríptico Azul I, II, III (1961).

Un recorrido por la obra de Joan Miró.

Una frase para entender la manera de crear de Joan Miró.

El automatismo psíquico.

Quiero asesinar la pintura“.

La serie de las Constelaciones.

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