La litografía.
Técnicas. Recursos. Procesos creativos. Géneros.
La litografía.
“Lito” viene de “piedra”, y “grafía” hace referencia a al signo gráfico, a la letra, y por extensión al dibujo. Por ello, “litografía” es el nombre de la técnica de impresión que originalmente se realizaba a partir del dibujo de una imagen en una piedra.
Esta técnica, creada en 1796 por un alemán llamado Aloy Senefelder, consiste originalmente en dibujar con un elemento graso (puede ser el grafito) sobre una plancha de piedra porosa (piedra caliza). A partir del principio químico por el cual la grasa y el agua se rechazan, al entintar esa matriz de piedra (más adelante se utilizarían por practicidad planchas de metal), las partes dibujadas se impregnan con la tinta y las no dibujadas la rechazan.
Luego se presiona el papel contra la piedra litográfica y se obtiene la impresión. Se obtiene la impresión de un color. Si acaso la imagen tiene varios colores, cada color tiene que tener una plancha distinta, cada una con el dibujo correspondiente a una tinta, e imprimirse de a un color cada vez.
¿Qué ventaja tenía este procedimiento para los artistas? Con esta técnica de reproducción, al realizarse a partir del dibujo y no del grabado (como en otras técnicas como la xilografía), el artista podía obtener un original de calidad y con mayor detalle, sólo por su condición de buen dibujante y sin necesitar ser un experto grabador (la otras técnicas sí lo exigían, o el artista debía tercerizar el grabado).
En el siglo XIX, la utilizaríán Goya, Delacroix, Daumier y Odilon Redon entre otros artistas conocidos. Pero las obras más famosas serían aquellos carteles que hoy consideramos obras de arte, como los que diseñaron Toulouse-Lautrec o Alfons Mucha (en esta época, la técnica para imprimir litografías a color ya estaba muy avanzada).
Y si bien, debido al avance tecnológico del siglo XX, la litografía sería suplantada en las imprentas por procesos de reproducción más prácticos, muchos grandes artistas como Picasso y Joan Miró, por ejemplo, la seguirían empleando artesanalmente para hacer reproducciones numeradas y firmadas de sus obras.
Imagen: Las horas del día (1899). Serie de cuatro litografías de Alfons Mucha.
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