La distorsión emotiva
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La distorsión emotiva
Distorsión emotiva es la deformación, la distorsión, el mostrar una cosa “desfigurada”, con el objeto de “decir algo”, de expresar algo. Pensemos como ejemplo en el rostro con distorsión emotiva más conocido de la historia de la pintura: el de El grito, de Munch.
El cuadro que elegimos para ilustrar esta publicación no es El grito, pero sí es de Munch, y nos permite así demostrar que este recurso es un recurso que Munch utilizó todo el tiempo, y por lo que se ganó el título de “precursor” del expresionismo.
La distorsión emotiva es una herramienta fundamental para el expresionismo (no hablamos de ningún movimiento expresionista en particular sino del arte expresionista en general). Es un recurso que en sí mismo define o ayuda a explicar el expresionismo: es la herramienta que utiliza el artista que ya no necesita reproducir fielmente el mundo que lo rodea, sino que necesita expresar cómo siente ese mundo, cómo lo ve influido por sus emociones, por sus sentimientos, por sus estados de ánimo.
El artista deforma la realidad para expresar cómo se siente.
No muestra lo que hay afuera de él sino lo que hay adentro suyo.
Pero no necesariamente se expresa distorsionando el gesto de un rostro. También lo puede hacer deformando un paisaje o cualquier objeto. Un artista puede contarnos cómo se siente pintando apenas una copa, o un árbol, o una mesa con comida.
Un paisaje con sus casas y árboles retorcidos nos pueden mostrar el momento tormentoso que está viviendo el artista, a pesar de que el día allá afuera sea hermoso (estamos recordando a Soutine, por supuesto).
Pensemos en un artista que quiere contarnos cómo ve la vida, cómo ve el universo (lo que llamamos”cosmovisión”), a través de un bodegón: puede contarnos su cosmovisión a partir de los objetos que elige, o cómo los dispone, o en qué condiciones los pone (puede poner frutas maduras y apetitosas, o putrefactas), o puede usar la distorsión emotiva, y entonces deformar los objetos elegidos, retorcerlos, volverlos pesadillescos, o volverlos inocentes, optimistas, con un dibujo ingenuo, infantil.
La distorsión emotiva, por otra parte, nos sirve para entender la mejor lección que nos enseña el arte: cada uno “ve” una realidad distinta, cada uno “hace” una realidad distinta a partir de su subjetividad, de su mirada sobre el mundo, de sus estados de ánimo. Cada uno de nosotros crea una realidad propia, distinta, “distorsionada por las emociones”. Una realidad que, a su vez, tenemos el poder de cambiar modificando perspectivas, renovando la mirada.
Imagen: Ansiedad (1894). Edvard Munch
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Munch y la deformación como herramienta de expresión.
El paisaje expresionista de Soutine.
Soutine y el retrato expresionista.
Recuerda que también puedes encontrar más material utilizando el buscador de la página.
1 comentario
maribel hernández · 6 junio, 2020 a las 2:19 pm
Gracias por el texto… Admirable el maestro Munch, otro gran distorsionador y expresionista fue Van Gogh que expresaba tanto con sus trazos arremolinados, y en fín tantos otros como Cezanne con su propuesta geométrica o los cubistas como Braque y Picasso que han distorsionado y dado otro sentido magistral al arte.