El retrato expresionista.
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El retrato expresionista.
La pintura expresionista en general es la que no pinta la realidad tal cual es, sino que la deforma para expresar algo.
En un cuadro expresionista encontramos exageración y distorsión en las formas, en las perspectivas, en las dimensiones y/o los colores, en función de expresar fundamentalmente el estado de ánimo del artista (recordemos que uno de los pioneros del expresionismo, Edvard Munch, decía que “uno ve de acuerdo a su estado de ánimo”) .
No importa tanto lo físico sino el sentimiento. No importa tanto cómo se ven las cosas, sino la visión del artista.
A esa distorsión la llamamos “distorsión emotiva”, y cuando se trata de un retrato expresionista, la función que tiene ya no es tanto la de expresar el sentir del artista sino la de ahondar en las características psicológicas o el estado de ánimo del retratado.
El artista no copia rasgos físcos sino que transmite rasgos espirituales, psicológicos, emocionales.
El artista deforma y el retrato, curiosamente, se vuelve más “real”, más vivo.
Imagen: El pequeño pastelero (1927). Chaim Soutine.
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2 comentarios
Rita susana sarubbi · 13 diciembre, 2019 a las 8:08 am
Me encanta el Expresionismo.
Marcelo · 30 abril, 2022 a las 6:34 pm
Me encanta la página. 3 minutos de Arte me permite espiar sin miedo al mundo del arte.