Vigée-Lebrun, la retratista de María Antonieta.
"Seis cuadros. Un concepto".
Para que una mujer llegara a convertirse en pintora de la corte en el siglo XVIII es porque tenía un talento superlativo. Vigée-Lebrun lo tenía. Y así se convertiría en la pintora favorita de la reina, a quien pintaría 25 veces mientras retrataba a mismo tiempo, con toda la elegancia y la sofisticación del rococó, a esa clase social que disfrutaba los placeres de la vida cortesana sin darse cuenta de que le estaba llegando la Revolución Francesa.
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