Paul Sérusier y los consejos de Gauguin
"Seis cuadros. Un concepto".
En 1888, en Pont-Aven, Gauguin le "enseña" a Sérusier que no es necesario imitar la realidad, sino pintar las cosas de acuerdo a cómo las siente el artista, pintarlas según la emoción que le producen. Y le propone no temer a los colores, usarlos para expresar esos estados de ánimo, que no pinte el color que ve sino el que siente que podría ser, y que lo aplique de la manera más estridente que encuentre.
Con estas ideas y un entusiasmo desbordante, Sérusier va a París a transmitir este mundo nuevo a sus amigos pintores, y así nacerá el grupo de los nabis ("profetas").
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