Los locos de Géricault.
“Seis cuadros. Un concepto”.
Géricault es uno de los más destacados representantes del romanticismo. Y su serie de “monomanías” contribuye a construir ese prestigio. Esta serie de 10 obras, de la cuales sólo se conservan 5, es un encargo de un doctor llamado Georget al artista. En los comienzos del siglo XIX, encontramos partidarios de la fisiognomía: el diagnóstico de las enfermedades mentales a partir de la observación de la expresión en los rostros de los enfermos. Y ésa es entonces la tarea de Géricault: hacer un “muestrario” de las llamadas monomanías, con fines didácticos.
Cuando hablamos de pintura romántica, hablamos de exaltación de las pasiones, que muchas veces arrastra al artista hacia el idealismo. Estas obras, como bien podemos observar, no son idealistas pero sí son un remolino de emociones.
Cuando hablamos de pintura romántica, también hablamos de una pincelada vibrante, enérgica, en concordancia con ese apasionamiento.
La fisiognomía no será validada por la ciencia. Y esta serie, que ha dejado de ser un muestrario con rigor científico, se ha convertido sin embargo en una valiosísima muestra de lo que es el retrato romántico.
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