Edward Hicks y el arte naif.
"Seis cuadros. Un concepto".
Alrededor de 1820, el ministro religioso (cuáquero) Edward Hicks se dedica a pintar escenas inspiradas en la Biblia.
Lo suyo se encuadra en lo que llamamos arte naif (ingenuo), donde el pintor no tiene una formación académica. Hicks pinta “casi infantilmente” (aunque si nos fijamos bien, cada pintor naif suele ser en extremo detallista), y esa “inocencia” se traduce en belleza, espontaneidad, en frescura libre de contaminación.
La mayoría de sus cuadros son interpretaciones de la profecía de Isaías que habla de un reino terrenal pacífico, paradisíaco. Una serie que cuenta con unas sesenta obras.
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