Pauline Boty
Pintoras maravillosas
Pauline Boty (1938-1966)
Es un mundo de hombres I (1964) y Es un mundo de hombres II (1965)
Pauline Boty ha dejado un legado pequeño en obras pero enorme conceptualmente. Su corta vida no fue lo suficientemente corta como para que no destacara como fundadora del arte pop británico, y terminara siendo además la única pintora mujer sobresaliente de dicho movimiento.
Y eso no es todo: sus obras, que trabajó con pinturas y/o collage, si bien tienen esos elementos de consumo masivo (incluyendo íconos de la cultura de ese momento) que identifican al arte pop, trascendieron el hecho de ser un testimonio de su época cuando Boty les agregó una fuerte carga de feminismo.
Pauline Boty utilizó el arte como crítica social, el arte como un medio para cambiar el orden de las cosas.
Sus cuadros critican, pero lo hacen con rebeldía: mostrando a la mujer segura de sí misma, libre, desafiante, impulsiva, poderosa, dueña de su sexualidad.
Después de su muerte a los 28 años, tuvieron que pasar otros 30 para que se expusieran sus trabajos. Para que el mundo se diera cuenta de que su obra no había muerto con ella. Algunos de sus cuadros habían sido almacenados y olvidados en la granja de su hermano. Del resto de su obra, gran parte se considera perdida o se sigue buscando.
Pero más allá de las obras que no se han rescatado, se ha rescatado a la artista. Y hoy podemos decir que Pauline Boty es un verdadero referente de la historia del siglo XX, una de las artistas que reafianzaron a la mujer y su sexualidad en un mundo masculino adverso.
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