El hada verde.

Historias detrás de las obras de arte.

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El bebedor de absenta (1901). Viktor Oliva.

La absenta o ajenjo (también la escucharemos nombrar genéricamente como Pernod, que en realidad ha sido su marca comercial más importante) es la bebida que identificamos con la bohemia parisina de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Una bebida verde con un poderoso efecto alucinógeno, por lo que se la consideraba el “hada verde” o “musa inspiradora” de poetas y pintores.

El mito (que debe tener mucho de realidad) es que muchos grandes creadores la bebían justamente antes de trabajar, estimulando así su creatividad. Y eso es algo que ha contribuido en gran medida a delinear al artista que tenemos en nuestro imaginario colectivo: ese “artista maldito”, frecuentemente ebrio, que llevaba una vida marginal, tormentosa, de una decadencia y autodestrucción “románticas”.

Acusada de provocar locura y conductas criminales, la absenta pasó a ser ilegal en diferentes países hasta que su prohibición llegó a Francia en 1915.

Con su inteligentísimo humor, así describiría el poder de encantamiento del “hada verde” el escritor Oscar Wilde: “Después de la primera copa de absenta, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después de la segunda, uno ve las cosas como no lo son. Finalmente, uno acaba viendo las cosas como realmente son. Y ésa es la cosa más horrible en el mundo”.