Piero di Cosimo.
Cuadros fundamentales para entender la historia de la Pintura.
Perseo liberando a Andrómeda (h. 1510/15). Piero di Cosimo.
Óleo sobre tabla. 70 cm x 123 cm
Gallería Uffizi. Florencia, Italia.
Piero di Cosimo es una artista con de una imaginación como pocos en su época. Y es uno de los primeros pintores famosos de la historia en ser considerado como un “artista maldito”.
¿Por qué se lo llama así? Porque es un artista marginal, que a pesar de su talento se mantiene fuera del patrocinio de los Medici y debe sobrevivir con algún que otro encargo particular (es muy buen retratista), porque vive casi todo el tiempo encerrado, obviando cualquier comodidad, con un entusiasmo por su trabajo que le hace olvidar todo lo demás (se cuenta que hierve una vez cada tanto una enorme cantidad de huevos y los va comiendo de acuerdo a su apetito, para no perder tiempo en comer).
Vasari, el biógrafo de aquella época, cuenta que con esas extravagancias Di Cosimo ha pasado gran parte de su vida en soledad, recluido, “más como una bestia que como hombre”.
Como no podría ser de otra manera, su obras tienen un aspecto poco convencional, algo que notamos desde el primer instante, desde el colorido mismo.
Y encontramos en ellas mitología, mundos fantásticos, seres horrendos, estrafalarios, bestias, sátiros. Y muchas de sus escenas parecen sueños difíciles de descifrar.
Por eso, cuatro siglos después, Piero di Cosimo será “redescubierto” y admirado por los surrealistas (como sucederá con El Bosco, cuya obra El Jardín de las Delicias es de la misma época que la elegida).
La pintura de Di Cosimo es ubicada históricamente en una transición que oscila entre la pintura renacentista y la manierista. Recordemos que el manierismo será una “evolución” del Renacimiento camino hacia el Barroco, y se caracterizará por un colorido más chillón, cierto dramatismo (que irá in crescendo hasta el Barroco) y una preocupación “exagerada” por representaciones que requieren mucho virtuosismo técnico como para demostrar el estilo (la “maniera”) del artista. En definitiva, todas cuestiones que otorgarán a las obras cierto tono artificioso, poco sencillo, poco natural.
Piero di Cosimo es un pintor maldito del Renacimiento. Y su vida excéntrica es uno de los primeros ejemplos que alimentan la conclusión a la que llegará provocativamente Cézanne en el Siglo XIX: que lo más seductor del arte es la personalidad del propio artista.
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Pintores malditos del siglo XX.
El Bosco, contemporáneo de Di Cosimo.
Otro pintor de ese siglo que admirarán los surrealistas: Arcimboldo en 6 cuadros.
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1 comentario
Juan Pueblo · 15 noviembre, 2018 a las 1:38 pm
Desde niño me ha encantado esta pintura es sencillamente impresionante.