Gentile da Fabriano.
Cuadros fundamentales para entender la historia de la Pintura.
La adoración de los Reyes Magos, detalle (1423). Gentile da Fabriano.
Temple sobre madera (es un retablo). 203 cm x 282 cm.
Galería Uffizi. Florencia, Italia.
Estamos ante una de las obras más representativas del estilo gótico internacional, conocido también como el “estilo bello”.
El gótico en general es el estilo que predomina durante los últimos siglos de la Edad Media (del XII al XV) cuando la vida se desarrolla en torno a Dios y la Iglesia. La pintura es entonces funcional a la religión. Se utiliza para difundir las ideas y narrar las historias a los fieles (recordemos que recién a mediados del Siglo XV se inventa la imprenta).
El gótico internacional se desarrolla en parte de Francia y el norte de Italia (fundamentalmente en Florencia, donde empieza a madurar el Renacimiento).
Es un arte (aunque se nutra de escenas religiosas) ya no tan “eclesiástico” sino de las cortes florecientes, donde impera el lujo. Por ello vamos a encontrar obras con mucho oro y con una función más decorativa (y representativa del poderío económico de quienes las encargan) que una función didáctica.
El arte pasa a ser más “terrenal”.
Gentile da Fabriano es uno de los mayores representantes de este arte refinado, con dibujo delicado y donde se utiliza mucho la curva (el dibujo se “ablanda”). Vemos figuras estilizadas, alargadas, elegantes. Notamos a la vez una extrema atención al detalle, montones de elementos decorativos y un colorido muy rico.
Es una época de transición hacia el Renacimiento y la pintura empieza un camino de búsqueda de perfeccionamiento, de realismo, de lograr expresividad en los rostros, de buscar las correctas proporciones, el volumen y la perspectiva.
Es como si Gentile da Fabriano estuviera cruzando un puente entre ambos períodos: cuando apreciamos en sus obras el oro, las figuras alargadas y las extrañas o poco logradas perspectivas, sabemos que podemos decir que es un artista del gótico. Pero en su búsqueda de la imitación de la naturaleza y la expresión en los rostros notamos que lo invade el ideal del Renacimiento.
Es interesante para definir su estilo la referencia que hace de él el mismísimo Miguel Ángel, cuando dice que al pintar, su mano le hace honor a su nombre (define a su estilo como “gentil”, “amable”).
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