Hockney.
Cuadros fundamentales para entender la historia de la Pintura.
A Bigger Splash (Una salpicadura más grande). 1967. David Hockney.
Acrílico sobre tela. 243,8 cm x 243,8 cm.
Tate Britain. Londres, Reino Unido.
Si bien trabaja durante gran parte de su carrera en los Estados Unidos (este cuadro pertenece a su serie de piscinas californianas), Hockney es un artista inglés. Podemos ubicarlo en la llamada Escuela de Londres (artistas de diferentes estilos pero que constituyen un grupo fundamental dentro de la pintura figurativa del siglo XX, en una época donde el predominio es de la abstracción). También podemos ubicarlo en el arte pop inglés.
Hockney, en realidad, no se considera definitivamente pop. Puede serlo en la elección del tema, o en el colorido, pero como artista tiene algunas inquietudes muy personales. Inquietudes que van más allá de lo que propone el arte pop.
Éste es su cuadro más conocido. Y se llama así porque ya ha pintado otros que ha titulado The Splash (La salpicadura) y A Little Splash (Una pequeña salpicadura).
La piscina bajo el sol de California, tema recurrente en su obra, es definitivamente un tema muy pop. Podemos decir que es uno de los íconos que representan el éxito en el mundo materialista. Si embargo, para Hockney, una piscina tiene un atractivo hipnótico para un pintor: el desafío formal que significa pintar el agua (el artista dice “puede ser cualquier cosa, puede ser de cualquier color, es móvil, no tiene una descripción visual establecida”).
Pero hay algo más en esta obra que la hace tan atractiva (aunque uno, al mirarla por primera vez, tal vez no entienda el porqué). Y es la genialidad del artista para encontrar su propia manera de plasmar algo que el arte busca plasmar de manera recurrente: lo efímero de la vida.
Hockney se fascina con el contrapunto que se produce entre una salpicadura (que ha visto en una fotografía), con lo “permanente”, con la quietud de lo que la rodea, la inmovilidad del edificio.
El verdadero tema, como el de toda gran obra de arte, es la vida misma.
Es conocida la frase del artista sobre esta obra: “Me llevó dos semanas pintar un evento que dura dos segundos”. Y así es la vida, insistimos.
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