Gottfried Helnwein y sus cuadros hiperrealistas con niños.
“Seis cuadros. Un concepto”.
Cuadros de un increíble realismo, que fascinan y conmueven más allá del virtuosismo del artista.
Como los grandes hiperrealistas, Helnwein es mucho más artista por la visión que expresa que por su técnica perfecta.
En esta serie, las miradas de los niños inocentes dan un mensaje que no tiene nada de inocente: describen a toda una sociedad corrompida, degradada, que defrauda todo el tiempo la pureza original, que arruina lo sagrado.
El artista dice: “En un niño veo el pleno potencial de los valores y las virtudes humanas, de la inocencia, la confianza, del amor, la compasión y la creatividad. En un niño lo ético está intacto, por eso me parece que son sagrados. Pero también son vulnerables e indefensos, y parece que los adultos, mediante sus moralismos y su modo de entender la justicia, tienden a traicionar la confianza que los niños han depositado en ellos”.
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