El juicio de Salomón

Historias detrás de las obras de arte.

Pudimos hacer esta publicación gracias a las pequeñas donaciones ¿Cómo se sostiene 3 minutos de arte?

 

¿Cómo nació la expresión “una decisión salomónica”?

 

El juicio de Salomón (1617). Rubens.

 

Como tantos otros relatos de la Biblia, el juicio de Salomón es un tema muy elegido en la historia de la Pintura.

Y debido a la intensidad dramática de la escena, no ha de extrañarnos que sea un tema especialmente elegido por grandes pintores del Barroco (como en este caso lo hace Rubens).

Recordemos que el Barroco (siglo XVII) es un período de contrastes, de choque, de pasiones irreconciliables, de dramatismo. Y su arte, como no puede ser de otra manera, coincidiendo con el espíritu de su época, refleja esas tensiones de una manera teatral, exagerada.

Es más: nos gusta decir que en una escena barroca, es como si todo estuviera a punto de estallar.

En ese sentido, Rubens es uno de los pintores más barrocos. Y por eso elegimos su versión de este Juicio de Salomón, una historia que ya en sí misma está cargada de dramatismo.

Salomón es rey, y debe impartir justicia para dirimir un caso difícil entre dos madres: ambas viven en la misma vivienda y ambas han tenido un hijo; uno de los niños ha muerto, y las dos reclaman al niño vivo como el propio.

El rey Salomón, con astucia, anuncia que con una espada el niño será cortado en mitades, para que cada madre reciba la mitad exacta. Y cuando una de las mujeres le suplica que no corte al niño sino que se lo entrega a la otra, sacrificando su propio interés, Salomón logra dirimir entonces quién es la verdadera madre (y hace que le entreguen a ella el niño, por supuesto).

De esta historia, nace una tradición curiosa que llega hasta nuestros días: la de hablar de una “decisión salomónica” cuando una resolución zanja diferencias entre dos contendientes, otorgando en partes iguales los castigos o beneficios que se disputan.

Curiosa, decíamos, porque en realidad suele ser una manera “sencilla” de resolver una disputa, sin mayor grado de sofisticación, lo que no necesariamente se convierte en la resolución más justa. Algo muy distinto de lo que sucede en la anécdota bíblica. Donde la sabiduría del rey y el sofisticado camino camino que éste elige para llegar a la verdad y a la justicia, terminan no “repartiendo” en realidad al niño, sino entregándolo “entero” a su verdadera madre.

 

Si quieres leer sobre temas relacionados, te recomendamos algunos links:

Línea de tiempo: un recorrido por la obra de Rubens.

Rubens como ejemplo bien claro del Barroco.

La teatralidad en el Barroco.

Los elementos característicos de la pintura barroca, cada uno con un ejemplo.

Línea de tiempo: un recorrido por el siglo XVII (Barroco).

Recuerda que también puedes encontrar más material utilizando el buscador de la página.

 

Te invitamos a suscribirte gratis al newsletter de 3 minutos de arte, para recibir por correo anticipos y material exclusivo.
Nuestra mirada: Manifiesto del optimista.
El proyecto 3 minutos de arte.
¿Quieres apoyar a 3 minutos de arte?

0 comentarios

Deja una respuesta

Avatar placeholder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.